miércoles, 6 de noviembre de 2013

Predicando con el ejemplo

En la entrada anterior hablaba de la Autocrítica y de la responsabilidad con una misma, pues bien, y gracias al apunte de una buena amiga, tengo que hacer un ejercicio de humildad y reconocer mi propio error. ¿Cómo puedo ser responsable conmigo misma si nunca hablo desde mi, sino que hablo en tercera persona? Ésto no se trata de que yo os suelte un sermón sobre cómo comportarnos para mejorar nuestras vidas, ésto consiste en un espacio para la reflexión. Un espacio en el que pueda sacar las propias conclusiones que me ayuden a hacer un trabajo diario para cambiar aquellas formas de actuación que me afectan y buscar la forma para que dejen de hacerlo. Una vez pase ésto, lo de los demás cambiará porque dejará de tener la importancia que tiene ahora. Habrá cambiado el cristal con el que miro las cosas.
 ¿Qué supone hablar en primera persona para mí? Hacerme responsable de mis propias palabras, es el primer paso para profundizar en mi cueva, que es el único sitio en el que puedo tomar conciencia de mis propias actuaciones y ver cómo me afectan en mi vida diaria. No es justo para los demás, ni para mí misma, que  les haga responsables de mis estados emocionales por sus actos, esos dependen de ellos, yo no los puedo cambiar. Lo único que puedo cambiar, es aquello que está en mi mano: ¿a quién le debo exigir la responsabilidad de mi felicidad? A mí misma. Se acabó echar los balones fuera, a partir de ahora quiero todos los balones en mi jardín. Se acabó el " es que Menganito ha hecho esto contra mi" ¿y qué? que "Menganito" actúe de una manera sólo depende de Menganito, ¿qué le estoy permitiendo a Menganito sobre su forma de actuar? ¿le pongo mis verdaderos límites a Menganito?; ¿qué he hecho yo para que Menganito actúe así? ¿lo puedo cambiar?; ¿por qué me afecta tanto la forma de actuar de Menganito?....

3 comentarios:

  1. Responsabilizarnos de nuestras vidas. Un paso complicado. Es más fácil echarle la culpa a alguien o algo. Más cómodo. ¡Enhorabuena Coco!,
    Irene.

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